Diversión bajo cero

Lo de «Al mal tiempo, buena cara» debió inventárselo un ruso. En Siberia la vida continúa aunque se esté a -35. se sale a pasear, a hacer deporte y por qué no, a divertirse. Saben aprovechar las ventajas del frío extremo, claro ejemplo de ello son las ciudades de hielo que construyen. En ellas se puede montar en atracciones, deslizarse por toboganes, hacerse fotos con esculturas de hielo e incluso comerse unos shashliki o unos deliciosos pirozhkí.

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